A la altura del kilómetro 129 de la Autopista México – Acapulco, a una hora y media de la Ciudad de México, descubrimos al jardín más grande del mundo, catalogado así por la cantidad y variedad de flores con las que cuenta. Fue inaugurado el 21 de marzo de 2014 y cuenta con una superficie de 51 hectáreas: 37 hectáreas dedicadas a 9 jardines de contemplación, 11 hectáreas de estacionamientos y servicios generales y tres hectáreas de invernaderos.

     Éste proyecto, realizado en el estado de Morelos, nos rodea de ocho parques temáticos y de un jardín dedicado a los niños llamado “ConSentidos”, en dónde por medio de actividades dinámicas se enseñará a los pequeños sobre ecotécnias y la importancia de respetar a la naturaleza.

     Dentro de los ocho jardines de contemplación están:

1) Jardín 4 Primaveras: En él encontramos diferentes tipos de flores todo el año.

2) Jardín Japonés: Dotado de una gran filosofía, para este jardín se aprovecharon unas cañadas, de ahí se deja correr agua, logrando una cascada muy silenciosa. Este jardín se engalana con bambú, piedras, agua y el cantar de los pájaros.

3) Jardín Italiano: Es una remembranza de un jardín italiano del siglo XVII constituido por su traza, geometría, colores, fuentes y esculturas en mármol.

4) Jardín de Cactáceas: Cuenta con más de 700 ejemplares, además es aquí donde podemos admirar el “Gran Saguaro” que es un imponente cactus, rescatado en el desierto de Sonora, con más de 12 metros de altura y más de 350 años de edad.

5) Jardín Tropical: Cuenta con una gran muestra del trópico mexicano.

6) Abanico de flores: Es una serie de diamantes florales que forman un enorme abanico multicolor y es la antesala del auditorio al aire libre “Spectare”, el cual tiene una superficie de ocho mil metros cuadrados y una capacidad para cinco mil personas.

7) Laberinto de los sentidos: Es un recorrido en el que a través de sus paredes, túneles y barreras verdes, se vive un encuentro con la naturaleza y el arte.

8) Jardín Acuático: Es el que recibe a los visitantes en la plaza de recepción. Por el momento sólo cuenta con Nenúfares, sin embargo ya se está enriqueciendo con mayor diversidad de flora y fauna. La finalidad de este jardín es generar su propio ciclo de vida, con peces y plantas que oxigenen el agua misma.

     Además, este jardín se encuentra dentro de la línea de sustentabilidad, ya que buscan principalmente construir con materiales amigables para el medio ambiente, como las construcciones en bambú que son únicas en esta zona. Además, cuentan con dispositivos bioclimáticos, con los cuales, aprovechan el viento y la luz.

Por: Reyna Martínez Álvarez

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