México con potencial para el desarrollo a través de la infraestructura.

 

Nuestro país está ubicado como la docea­va economía del mundo, no obstante ocupa la posición 68 en cuanto a desa­rrollo de infraestructura, donde el número uno es Hong Kong; lo cual significa en términos positivos un área de oportunidad para desarrollar la indus­tria de la construcción, de acuerdo con el informe Retos de la infraestructura en México 2013-2018, de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

Por otra parte, la edición 2012-2013 del Índice Global de Competitividad en Infraestructura que evalúa a 144 naciones pondera de siete rubros básicos de la infraestructura.

 

Los pilares son:

1. Calidad General de la Infraestructura.

2. Calidad de las Carreteras.

3. Calidad de la Infraestructura Ferroviaria.

4. Calidad de la Infraestructura Portuaria.

5. Calidad de la Infraestructura Aérea.

6. Calidad del Suministro de Electricidad.

7. Calidad de las Telecomunicaciones

 

En conjunto, estos siete rubros evalúan la cali­dad general de la infraestructura de un país. La evaluación se realiza a través de una encues­ta que se aplica a empresarios, académicos y líderes empresariales de los países que se califica.

México quedó ubicado en el lugar 68 en la calidad general de su infraestructura, 50 en ­sus carreteras, en el 60 por la calidad de su infraestructura ferroviaria; en el 64 por las parti­cularidades de sus puertos; en el 64 por la ca­lidad de sus aeropuertos; 79 por la eficiencia del suministro eléctrico y 73 por la calidad de sus telecomunicaciones.

El reto es que en cada uno de los sectores avance para que en el próximo sexenio se al­cancen los mejores niveles en infraestructura y así puedan lograr una mejor posición en el ran­king mundial.

Construcción verde

La infraestructura sustentable alinea el desarrollo de la comunidad en cuestiones económicas, sociales, industriales y ambientales, con es­pecial énfasis en el cuidado de los recursos naturales, su correcto uso, al evitar la conta­minación y los efectos que devienen en el llamado cambio climático.

La CMIC sitúa a la infraestructura sustentable como palanca para el desarrollo equilibrado al conjuntar el crecimiento económico, el desa­rrollo social e incrementar la competitividad, lo cual incide en la generación de empleos, la mejora en la calidad de vida de las personas, además de atraer inversiones para el país.

En este sentido, la Cámara considera que “La construcción de infraestructura produce benefi­cios tanto en los negocios como en el bienestar de la población. En los negocios, contribuye a fortalecer la industria nacional en sus procesos de producción, distribución y comercializa­ción, haciéndola más productiva y competiti­va, al crear carreteras, puertos, aeropuertos y telecomunicaciones para el transporte de mercancías, personas e información; al cimentar las instalaciones que suministren energía eléctrica, petróleo y gas, pa­ra proveer los energéticos requeridos; al erigir instala­ciones turísticas que permitan el acceso de recursos económicos adicionales al país, una de las principales fuentes de ingresos para México; y al construir escuelas, hospitales y clínicas, para capacitar al personal y cuidar la salud de los habitantes”.

Acciones contra el cambio climático

Entrevistado por IDM, Gerardo Pandal Rodríguez, direc­tor de Desarrollos de Proyectos de Guascor México, expresó que el cambio climático es una expresión de­finida y utilizada por los especialistas como los efectos producidos en el planeta por el uso indiscriminado de los recursos naturales.

“Durante mucho tiempo el tema de sustentabilidad te­nía el estigma que si nos volvíamos todos ecologistas, íbamos a detener el desarrollo económico del país, hoy sabemos que no es así, el gobierno sabe que el desarrollo sustentable implica un crecimiento social, económico y ecológico en conjunto”, puntualizó Gerardo Pandal.

“Ahora consumimos más recursos de los que podemos dejar a las futuras generaciones; en términos coloquia­les, estamos dejando el planeta en peores condiciones de cómo lo encontramos, hacemos mal uso de los re­cursos disponibles”, indicó.

Pandal Rodríguez citó un artículo de la revista Scientific American, en el cual se detallaba que de manera ofi­cial el nivel de dióxido de carbono alcanzó las 400 par­tes por millón de partículas en la atmósfera.

Igualmente aclaró que aunque la cantidad de partícu­las de dióxido de carbono no es estable por tratarse de un proceso natural que fluctúa, antes de la era industrial era de 200 partes por millón de partículas. “La tenden­cia es clara, estamos cambiando la composición quí­mica de la atmósfera”.

 

Por: Sergio Sánchez Sánchez.

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