El estado de Jalisco dio un paso importante en el fortalecimiento de su infraestructura vial con el arranque de la construcción, conservación y rehabilitación de la Carretera Ixtlahuacán–Jocotepec, una obra que busca transformar la conectividad en la región y beneficiar a miles de usuarios que diariamente transitan por esta zona.

La Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) adjudicó oficialmente el proyecto a Hermes Infraestructura, bajo la licitación SIOP-E-ICAR-OB-LP-0256-2025. Esta empresa mexicana, con más de cinco décadas de experiencia en el desarrollo de proyectos estratégicos y con más de 750 kilómetros de carreteras construidas, se ha consolidado como un actor estratégico en el desarrollo de carreteras y proyectos que transforman la conectividad del país.

La obra comprende el tramo que conecta desde el Entronque Carretero Federal México 15 pasando por Los Potrerillos, Las Trojes y El Aguacate, hasta llegar a la Carretera Federal 23 y se desarrollará en cuatro fases: preparatoria, de rehabilitación inicial, de mantenimiento y devolución. Con la primera fase ya concluida, se prevé que el proyecto finalice en mayo de 2030.

Hermes Infraestructura impulsa obra estratégica de conectividad en Jalisco

Impacto en la movilidad de Jalisco

El objetivo central es mejorar la conectividad vial, reducir tiempos de traslado y fortalecer la infraestructura carretera en un corredor clave del estado. De acuerdo con Gaspar Guerreiro, director general de Hermes Infraestructura, este proyecto refleja la misión de la compañía:

“Nos honra haber sido seleccionados para ejecutar un proyecto de alto valor estratégico en Jalisco. Pondremos al servicio del estado nuestra capacidad técnica, humana y operativa para entregar una obra de calidad, segura y funcional para los jaliscienses”.

Con este nuevo proyecto, Hermes Infraestructura reafirma su compromiso con el desarrollo y la conectividad del país, aportando su amplia experiencia en obras de gran impacto social y económico. Asimismo, la empresa constructora sigue demostrando que la sinergia entre la iniciativa privada y el sector público es clave para detonar inversiones, generar empleo y ofrecer infraestructura resiliente que impulse la competitividad del país en el largo plazo.