El agua es un recurso renovable, indispensable para toda vida sin embargo al llegar a un grado tan elevado de contaminación, ésta ya no resulta útil, sino más bien nociva para todo organismo y su uso ya no es factible.
En todo tipo de comunidades, la contaminación del agua se produce principalmente por los desechos de los hogares, de los establecimientos comerciales e industriales, por la actividad agrícola y por toda clase de basura producida por la actividad humana. La materia orgánica, como restos de alimentos y animales, aceites, detergentes, pinturas, y más, es altamente contaminante, éstos propician el desarrollo de algas, las cuales generan la reproducción de bacterias que van consumiendo el oxígeno que hay en el agua, acabando con toda la vida acuática que habita en las zonas afectadas.
En las comunidades rurales, el reducido presupuesto municipal y la falta de inversión e incluso de interés en el desarrollo de estas zonas, ha impedido la creación de infraestructura que ayude a terminar con el cada vez más creciente problema de contaminación del agua; la falta de drenajes, colectores, plantas de tratamiento de aguas residuales o algún otro sistema dedicado a la limpieza
del agua, da como resultado una descarga directa de agua contaminada a los ríos o cuerpos de agua cercanos, convirtiéndolos en focos de infección para el ser humano.
A este problema se le suma el crecimiento demográfico acelerado que produce una demanda mayor de agua, por lo tanto, la contaminación es más grande y el agua es cada vez menos.
Por Arq. Pamela Guzmán Sánchez
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